No hay nada peor que ver a alguien leer un power point.
Si en tu presentación te dedicas a leer el power point, cualquier de los que esté allí sentado, podrá leer más rápido que tu. No lo hagas.
Apréndete tu material y habla. Deja que la gente pregunte y tu respondas. No estamos en clase dónde hay que seguir al profesor. Tu tienes ideas claras y buenas, tu audiencia tendrá las suyas.
Llévate todo el material aprendido. De esta forma tu presentación serás tu. No el power point.
No uses power point
Si usas power point, el centro de la presentación será la pantalla y no tu. Haz que todo seas tu. Tu hablas, tu enseñas, tu pones ejemplos, tu dibujas, tu gesticulas, tu respondes.
Tu debes ser el centro de la presentación o tu producto. No power point.
Usa demostraciones de tu producto, películas, dibujos, que sirvan para apoyar tu discurso. No pongas una sesión de fotos aleatorias en el fondo… eso tampoco vale. Todo de ser relevante o quitarse de la presentación.
Deja 3 ideas clave.
No pretendas que la gente recuerde todo.
Empieza con 3 ideas clave. Desarrolla cada una y termina con estas 3 ideas clave de nuevo.
Concentra todas las energías en 3 ideas (o menos). De esta forma conseguirás dejar algo claro cuando termine la reunión.
Por otro lado, tener como objetivo 3 ideas clave te forzará a que tu presentación sea concisa, breve y esté bien argumentada.
No te lies, no aburras, no desarrolles. Busca las 3 ideas clave que van a hacer que tu audiencia te crea y dilas. Esta es la parte más difícil.
Contar cosas genéricas, contar cosas sin sustancia, leer una presentación… no es lo que la gente espera de ti. Cuenta algo que merezca la pena ser contado a los amigos, familiares, colegas de trabajo. Algo que la gente recuerde. Algo que merezca la pena ser escuchado.
Busca esa historia y cuéntala.
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