Empecemos por la característica principal de todo reproductor: la calidad de sonido. AIMP (también conocido como AIMP Classic) suena muy bien, la primera impresión es que está claramente por encima de la media. Lo comprobarás en cuanto escuches una canción.
Su interfaz es muy cuidada y fácil de utilizar. Ofrece distintos skins para que elijas el que más te guste.
Posee algunas funciones especiales como «Desvanecer», que realiza un suavizado entre canción y canción, o el ajuste automático de volumen, que se encarga de evitar esos cambios bruscos entre canciones que tienen diferente volumen.
Otro detalle a destacar y no menos importante es que además de ser un reproductor excelente, AIMP también convierte archivos de audio (a Ogg, WAV, WMA y MP3), edita las etiquetas de información y graba cualquier sonido que pase por tu PC.