En la actualidad, pagar sin dinero en efectivo es bastante normal. Es muy fácil, rápido, cómodo y seguro. Muchos de los actores del sistema están interesados en que esto no cambie y aumente.

Por un lado los bancos quieren eliminar las monedas y los billetes por el alto costo para emitirlos.

Los políticos para frenar el crimen y el terrorismo y las las empresas de pagos digitales o billeteras virtuales buscan beneficiarse de todas las transacciones financieras y recopilar la mayor cantidad posible de datos financieros de nosotros, los consumidores.

Los estados también utilizan las nuevas oportunidades para obtener más información sobre nosotros a través de los datos de nuestras transacciones al igual que las empresas de pago electrónico.

Entonces vemos que el único actor ignorado, que no es tenido en cuenta es el ciudadano que quiere tener el dinero en efectivo como reserva y estar al margen de los intereses de terceros. El dinero en efectivo es y seguirá siendo una garantía de libertad individual.

 

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